viernes, 12 de octubre de 2012

12 DE OCTUBRE DE 1942.
Se produce “el encuentro de los dos mundos”, Colón “descubre” América, y los reyes católicos ponen su firma. 
Hoy, 12 DE OCTUBRE DE 2012, se festeja el día de la HISPANIDAD;(¿porque ese término? Según la amiga Wikipedia, “por compartir idioma español y alguna relación cultural con España”)

Todo este choque generó un movimiento ideológico importante, que aún hoy es preciso 
reflexionar sobre el tema. Recordar para poder hacer una crítica de estos sucesos, que siguen vibrando en el panorama actual.




Hoy en España, se celebra un desfile militar ,el Rey junto a la Familia Real y los representantes de todos los poderes del Estado ensalzan la fiesta.
Paralelamente, en la República Argentina, el 12 de octubre es una fecha de conmemoración, no de festejo. De “día de la raza”, fue nombrado como Día del Respeto a la Diversidad Cultural . 

Plaza Catalunia / Barcelona - Septiembre 2012



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Colón
Cae de rodillas, llora, besa el suelo. Avanza, tambaleándose porque lleva más de un mes durmiendo poco o nada, y a golpes de espada derriba unos ramajes.
Después, alza el estandarte. Hincado, ojos al cielo, pronuncia tres veces los nombres de Isabel y Fernando. A su lado, el escribano Rodrigo de Escobedo, hombre de letra lenta, levanta el acta.
Todo pertenece, desde hoy, a esos reyes lejanos: el mar de corales, las arenas, las rocas verdísimas de musgo, los bosques, los papagayos y estos hombres de piel de laurel que no conocen todavía la ropa, la culpa ni el dinero y que contemplan, aturdidos, la escena.
Luis de Torres traduce al hebreo las preguntas de Cristóbal Colón:
—¿Conocéis vosotros el Reino del Gran Kahn? ¿De dónde viene el oro que lleváis colgado de las narices y las orejas?
Los hombres desnudos lo miran, boquiabiertos, y el intérprete prueba suerte con el idioma caldeo, que algo conoce:
—¿Oro? ¿Templos? ¿Palacios? ¿Rey de reyes? ¿Oro?
Y luego intenta la lengua arábiga, lo poco que sabe:
—¿Japón? ¿China? ¿Oro?
El intérprete se disculpa ante Colón en la lengua de Castilla.
Colón maldice en genovés, y arroja al suelo sus cartas credenciales, escritas en latín y dirigidas al Gran Kahn. Los hombres desnudos asisten a la cólera del forastero de pelo rojo y piel cruda, que viste capa de terciopelo y ropas de mucho lucimiento.
Pronto se correrá la voz por las islas:—¡Vengan a ver a los hombres que llegaron del cielo! ¡Tráiganles de comer y de beber!

Eduardo Galeano, Memoria del fuego I. Los nacimientos, Casa de las Américas, La Habana, 1982.

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